DEFINIR EL PROGRESO Domingo, 21 de mayo (HECHOS 8:5-8, 14-17; 1 PEDRO 3:15-18; JUAN 14:15-21)
Defina el progreso.
El Diccionario Inglés Oxford define la palabra progreso como "desarrollo hacia una condición mejorada o más avanzada".
El Merriam-Webster lo define como “mejoramiento gradual”.
Por las frases de ejemplo que cada uno provee, ambas definiciones implican un carácter antropológico de la palabra "progreso", desarrollo y mejoramiento de la humanidad.
El verdadero progreso es lo que nos lleva a Dios. La decadencia nos separa. Queremos un verdadero progreso.
El verdadero progreso, eventualmente, unifica. Sembrar las semillas de la división es la ocupación de Satanás, lo que puede parecer una industria de rápido crecimiento. Pero los cristianos siguen manteniendo la esperanza.
Alcanzamos la la unidad cuando buscamos el bien común, "el bienestar general de toda la familia humana". No se trata sólo de "mí", sino de "nosotros".
La división es el resultado cuando la filosofía es "yo primero, y otros como yo". El mandamiento de Jesús de "amar a tu prójimo" no concluyó con "pero yo primero".
Dios es luz. Satanás es oscuridad.
El verdadero progreso es lo que nos lleva a la luz. La decadencia nos aleja de la luz y nos lleva hacia la oscuridad.
El Espíritu Santo nos toma suavemente de la mano y nos guía hacia la luz. Primero, debemos escuchar al Espíritu Santo, discernir su mensaje (si el mensaje es evitar el bien y buscar el mal, no es el Espíritu Santo), confíe en el Espíritu Santo y elija la luz.
Mantener los mandamientos de Jesús es la luz: "Si me amas, guardarás mis mandamientos. Y yo pediré al Padre, y él os dará otro Consolador para que esté con vosotros para siempre, el Espíritu de verdad ".
Los cristianos siguen manteniendo la esperanza. No hay lugar para el pesimismo, no cuando Cristo y el Consolador están siempre con nosotros.
San Pedro instruye a las comunidades cristianas para que guarden los mandamientos de Jesús mientras están “entusiasmados por el bien": " Estén siempre dispuestos a defenderse delante de cualquiera que les pida razón de la esperanza que ustedes tienen. Pero háganlo con suavidad y respeto…” Santa Catalina de Siena se refirió a esto cuando escribió que "Jesús no puede usar la ira o la guerra para atraer a las ovejas lejos de su ruina ... él ve que el corazón humano es atraído por el amor como por nada más, ya que este es hecho por amor".
El verdadero progreso es el camino que tomamos para guardar los mandamientos de Jesús de amar a Dios y al prójimo. Es un viaje que llevamos con buen ánimo y abundante esperanza, con bondad de corazón y dulzura en la lengua, con nuestro acompañante el Espíritu Santo.