LA EUCARISTIA SOLO PUEDE SER ENRIQUECEDORA TANTO Y COMO VIVAMOS LA EUCARISTIA
by Matt Cato
LA EUCARISTIA SOLO PUEDE SER ENRIQUECEDORA TANTO Y COMO VIVAMOS LA EUCARISTIA Solemnidad del Cuerpo y Sangre de Cristo (DT 8:2-3, 14B-16A; 1 COR 10:16-17; JUAN 6:51-58)
La Eucaristía es la fuente y la cumbre de nuestra fe. Es la parte esencial de la Misa. "El misterio de la fe" que celebramos en la Eucaristía es el Misterio Pascual - la muerte, la resurrección y la ascensión - es el misterio central de la fe cristiana. Por lo tanto, la participación en la Eucaristía es la razón primordial por la cual nos reunimos.
Jesús dijo a las multitudes judías: “Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo”.
Dios nos dio el "pan vivo". Dios continúa dándonos el pan vivo porque lo necesitamos. Y nosotros a su vez, debemos dar nuestro pan a aquellos que lo necesiten.
“Celebrar la Eucaristía nos transforma individualmente y como miembros de una comunidad llamada a traer amor y esperanza a las personas que viven en la pobreza”. Conferencia Católica de Obispos de los Estados Unidos
“El que reconoce al Señor en el tabernáculo, lo reconoce también en los que sufren y en los necesitados; estos están entre aquellos a quienes el juez del mundo dirá: porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver" (Mateo 25:35-36). (Cardenal Ratzinger)
Dios nos da el Pan. Dios nos da el Pan porque lo necesitamos. Y nosotros a su vez, debemos dar nuestro pan a quien lo necesite. Y, asegurarnos de que ellos tengan los recursos para hornear su propio pan.
ASCENSIÓN: El Cristo Resucitado en la Eucaristía actúa como "una fuerza irresistible para la renovación interior, una inspiración para cambiar las estructuras de pecado en las que las personas, comunidades y a veces pueblos enteros se confunden” (San Juan Pablo II).
Puede ser que no nos caigamos bien, o que yo no te caiga bien- no vamos a compartir la cena juntos - pero en la misa nos reunimos - nos convertimos en un solo Cuerpo de Cristo - nuestra división se convierte en unidad.
Nuestra "comunión fraterna" en la Eucaristía conduce a "la determinación de transformar las estructuras injustas y de restaurar el respeto a la dignidad de todos los hombres y mujeres, creados a imagen y semejanza de Dios". (Papa Benedicto XVI)
La transformación de Cristo en la Eucaristía debe forzarnos a hacer frente a las injusticias que degradan la vida o la dignidad de los demás - los pobres, los no nacidos, los inmigrantes, los ancianos - todos hermanos y hermanas necesitados”. USCCB)
El" alimento de la verdad "- la Eucaristía - "exige que denunciemos situaciones inhumanas" como la pobreza, la desigualdad y la violencia". (Papa Benedicto XVI)
San Juan Pablo II escribió que "si nuestra adoración Eucarística es auténtica, debe hacernos crecer en la conciencia de la dignidad de cada persona". La Eucaristía "aumenta, en vez de disminuir, nuestro sentido de responsabilidad por el mundo de hoy". Alimentado por la Eucaristía, tomamos conciencia de nuestras responsabilidades mutuas.
La Eucaristía sólo se convierte enriquecedora tanto y como vivamos la Eucaristía.