SOLEMNIDAD DE SAN PEDRO Y SAN PABLO HOMBRE POBRE, HOMBRE RICO
¡LOS SANTOS ESTAN VIVOS! 29 DE JUNIO: SOLEMNIDAD DE SAN PEDRO Y SAN PABLO HOMBRE POBRE, HOMBRE RICO
Pedro era un pescador que echaba sus redes en el Mar de Galilea. Jesús lo encontró aquí y lo llamó para ser discípulo. En Lucas, la invitación de Jesús a Pedro fue precedida por un encuentro fortuito: al necesitar evitar una multitud que se apiñaba, Jesús subió a un bote que pertenecía a Simón. Después de predicar, Jesús "Dijo a Simón: «Navega mar adentro, y echen las redes». Simón le respondió: «Maestro, hemos trabajado la noche entera y no hemos sacado nada, pero si tú lo dices, echaré las redes». Así lo hicieron, y sacaron tal cantidad de peces, que las redes estaban a punto de romperse”. Simón pescó tanto que las redes se estaban rompiendo y los barcos se estaban hundiendo.
La pesca es un trabajo difícil y arriesgado, de paga incierta el cual que raramente se tiene un gran día de pago. Pedro era pobre y sin educación; su elocuencia y sabiduría estaban escondidas hasta el día de Pentecostés cuando fue exaltado por el Espíritu Santo.
Pablo era un fabricante de tiendas con ciudadanía romana. Los fabricantes de tiendas cosecharon considerablemente más ingresos de los que ganaban los pescadores. También fue un hombre sabio y elocuente, lo cual demostró en su debate con los griegos en Hechos, Capítulo 17.
Estos dos hombres no podrían haber sido más diferentes el uno del otro. Pero ahí es donde estoy equivocado. Dios no nos ve como opuestos; nosotros sí. Aunque los dos apóstoles tenían sus desacuerdos, estos siempre se resolvieron y nunca restaron valor a su unidad al predicar las Buenas Nuevas.
San Pedro y San Pablo se solidarizaron el uno con el otro: pobre hombre, hombre rico.
Cada misa nos recuerda que nosotros también vivimos en solidaridad con la participación en la Eucaristía, una oportunidad para comprometernos de nuevo el uno con el otro. El Papa Juan Pablo II escribió que "una comunidad realmente eucarística no puede encerrarse en sí misma" (Ecclesia de Eucharistia, n. 39); más bien, la Eucaristía nos desafía a reconocer nuestro lugar dentro de una comunidad y dentro de la familia humana.
La Eucaristía nos llama a ser solidarios entre nosotros. San Pablo enseñó que la celebración de la Eucaristía no es sincera, no se pasa a la práctica concreta del amor, si hay divisiones dentro de la comunidad basadas en la clase (1 Cor 11), posición social o privilegios (Rom 12), o si hay divisiones dentro de la comunidad (1 Cor 1).
Solidaridad es uno de los criterios que es considerado para obtener un grant o subvención de la Campaña Católica de Obispos de los Estados Unidos para el Desarrollo Humano. Está redactado como empoderamiento: "Las personas que viven en la pobreza deben tener la voz dominante en la organización. Al menos el 50 por ciento de los miembros de la junta directiva de la organización solicitante debe estar compuesto por individuos que involuntariamente son de bajos ingresos", pero nunca dejo de insistir en que si el 50% de los que toman las decisiones son de bajos ingresos, entonces 50% de los que toman las decisiones viven por encima del nivel de pobreza. Personas pobres y personas ricas trabajando juntas en solidaridad para mitigar las causas de la pobreza de sus miembros.
Es decir, la solidaridad es mucho más que aquellas personas con recursos económicos queriendo llegar a los que menos tienen. También, incluye a aquellos que carecen de recursos, aceptando y confiando en quienes no son pobres. Luego, trabajando juntos.
Solidaridad es también una de las pautas que se toman en consideración para obtener un grant o subvención. "Las organizaciones que generen cooperación, tanto entre ellas como dentro de ellas, con la finalidad de alcanzar una sociedad más integrada y mutuamente comprensiva, recibirán una consideración positiva a su solicitud”. Más que un buen sentimiento, la solidaridad es una cooperación genuina. Por ejemplo, el enfoque de muchos beneficiarios en la Arquidiócesis de Portland es la pobreza en su comunidad latina. Se recomienda encarecidamente a estos beneficiarios que formen una cooperación con las organizaciones generalmente dominadas por anglos.
Como San Pedro y San Pablo, hombre pobre, hombre rico; Ciudadano galileo y romano; cooperando para construir la iglesia de Dios aquí en la tierra